Ocasionalmente tu perro vomita sin ninguna razón aparente?
No quiere comer su comida favorita?
Sufre de episodios de gas, diarrea o dolor abdominal después de comer?
Si la respuesta es sí, puede ser que tu perro esté sufriendo de un diagnóstico muchas veces pasado por alto: pancreatitis crónica.
La mayoría de los amantes de los perros han escuchado acerca de la pancreatitis. Comúnmente esto afecta a perros que son sobre alimentados con sobras de comida de consumo humano, o perros que “atacan” el basurero luego de alguna comida familiar, o que de alguna forma comen demasiada comida grasosa. Los resultados son vómitos, diarrea (muchas veces con sangre) y un intenso dolor estomacal. Si alguna vez has sido testigo de un perro en la agonía de una pancreatitis aguda, no lo olvidas nunca. Es tan traumatizante para el perro que la sufre y para su dueño, que cualquier caso severo de vómito y diarrea es considerado pancreatitis, hasta que se pruebe lo contrario.
Estamos empezando a reconocer que existe una forma más sutil y crónica de pancreatitis en perros, así como en los humanos, y puede ser más común de lo que pensábamos.
Qué es la pancreatitis crónica? Cuál es la causa? Y, cómo podemos tratarla o prevenirla?
Empecemos por el páncreas.
El páncreas es un delgado y rosado órgano unido a la parte baja del estomago y comienzo del intestino delgado. Su ubicación es crucial para su función principal: secretar enzimas que ayudan a digerir los alimentos, también conocida como “función exocrina”. Esta función es responsable de regular la glucosa en la sangre mediante la producción de insulina, glucagón y otras hormonas esenciales.
Las enzimas digestivas son responsables de la pancreatitis. Esta ocurre cuando estas enzimas comienzan a digerir el páncreas, así como descomponen las grasas, los carbohidratos y las proteínas. El típico caso de pancreatitis aguda sucede después de una comida alta en grasas que gatilla un aumento en la secreción de enzimas, lo que resulta en un daño para el páncreas y el hígado. Estas enzimas se derraman por todo el páncreas, volviendo a subir por el conducto pancreático, o erosionan el estómago y las paredes intestinales, disolviendo los tejidos sensitivos.
Otras causas de la pancreatitis incluyen la obesidad, un metabolismo de las grasas alterado, trauma pancreático o tumores y algunas drogas como los antibióticos que contienen sulfa, quimioterapia o bromuro de potasio. La diabetes, el hipotiroidismo y la hipercalcemia también son causas documentadas de pancreatitis canina.
Cómo se ve?
Los perros con pancreatitis crónica comúnmente tienen síntomas suaves e intermitentes, lo que hace que el diagnostico sea complicado. La anorexia o negarse a comer, episodios suaves de colitis y diarrea, vómitos ocasionales, el aumento de borborigmos (ruidos intestinales) y el dolor abdominal, en especial después de una comida, pueden ser los únicos signos que se vean por meses y años. En otras palabras, la mayoría de los perros muestran algún síntoma clínico de pancreatitis crónica alguna vez.
Cómo saber?
La mayoría de los perros no son diagnosticados hasta que el caso pasa de suave y crónico a severo y agudo. Otros lo descubren cuando ya han desarrollado diabetes mellitus o insuficiencia pancreática exocrina (IPE). En ambos casos, esto es el resultado de una progresión larga que ha causado daño significativo al páncreas.
Infórmale a tu veterinario si tu perro sufre o ha sufrido de alguno de estos síntomas en el pasado, ya que puede que exista un riesgo alto de que desarrolle diabetes, IPE o ambos.
En resumen: No ignores estos ciclos persistentes de dolor abdominal. Confía en tu instinto.
El desafío del diagnóstico
Lamentablemente, no existe un examen específico para la pancreatitis crónica. El diagnóstico es usualmente hecho en base a una combinación de síntomas, pruebas pancreáticas de laboratorio, enzimas del hígado, grasas en la sangre y ultrasonidos abdominales. El diagnóstico definitivo está basado en una biopsia del páncreas, aunque es muy raro que se realice en perros.
Debido a que es un diagnóstico al que se llega excluyendo las demás opciones, puede volverse frustrante. Cada vez más veterinarios se están dando cuenta de que la pancreatitis crónica es un tema real en los perros y la están diagnosticando de forma más temprana. El objetivo es prevenir mayor daño al páncreas, preservar su función y evitar enfermedades como IPE o diabetes.
Los 7 síntomas de la pancreatitis crónica
Los perros con pancreatitis crónica muestran síntomas por meses o años. Observa a tu perro:
- Anorexia
- Rechazo inexplicable de alimentos
- Episodios suaves de colitis (inflamación del intestino grueso o del colon que llevan a heces blandas o diarrea que contenga mucosidad o sangre fresca)
- Episodios suaves de diarrea (heces aguadas o blandas)
- Vómitos ocasionales
- Aumento de borborigmos (ruidos intestinales)
- Incomodidad abdominal o dolor después de una comida
La clave es la comida baja en grasas
El tratamiento de casos de pancreatitis crónica involucra empezar con una dieta baja en grasas que el perro pueda tolerar.
Esto también aplica para los premios y snacks para tu perro, los que deben ser bajos en calorías y en grasas. He visto demasiados perros caer en pancreatitis agudas luego de que algún amigo bien intencionado les ha dado “demasiado amor”.
Zanahorias baby, pepino y/o zucchini en rodajas y otras verduras crujientes son mis snacks favoritos para mis pacientes con pancreatitis crónica. Además de esto, mantener a tu perro en su peso apropiado es una excelente forma de prevenir enfermedades.
La pancreatitis crónica es algo serio en los perros y probablemente más común de lo que se cree. Nadie debería vivir una vida de tormento abdominal. Mientras más pronto ayudes a tu perro, más posibilidades de que él pueda vivir una vida larga, sana y sin dolor.