Amamos a nuestros perros. Y por eso queremos que vivan el mayor tiempo posible sanos y felices, para esto es necesario mantenerlos bien alimentados, ejercitados y educados. Así es, mantener la obediencia de mi perro puede salvarle la vida. Si pensamos en todas las situaciones en que nuestro perro nos acompaña y recordando que es un mundo pensado e ideado para y por los seres humanos podemos ver un mundo lleno de peligros para nuestros perros, que van desde perderse, ser atropellados y quedarse atrapados en algún lugar de difícil acceso.
El perro la mayor de las veces nos hace el trabajo menos complicado ya que por lo general no se despegan de nuestro lado, pero ellos son seres autónomos con un instinto guiado mayormente por su olfato que los hace distraerse y seguir caminos a veces desconocidos.
¿Qué podemos hacer nosotros?
Lo primero es la esterilización, esto ya que disminuimos la necesidad de reproducirse y por ende vagar.
Lo segundo mantenerlos ejercitados ya que si nos hacemos cargo de su energía no tendrán la necesidad de salir a “pasear”.
Lo tercero y no menos importante enseñarles a mantenerse cerca, acudir al llamado y no entrar o salir de los lugares (casa, portones, autos, corrales, etc) por mutuo propio. El perro debe saber que no porque se abra la puerta de la casa él puede salir, no porque se abra la puerta del auto se puede bajar (o subir). Reforzar el llamado efectivo para que, aunque no haya contacto visual el perro vaya de inmediato, esto se llama comando de obediencia a distancia que también puede evitar que el perro ingiera un alimento que puede ser venenoso durante un paseo, y así muchos ejemplos que nos recuerdan que el cuidado y amor van de la mano con la disciplina y estructura diaria.
¡Si tu perro no te obedece ni adentro de la casa ánimo! Se comienza de a poco con unos ricos premios que lo motivarán. Además, nunca es tarde para que un perro aprenda trucos nuevos porque son animales que viven en el presente y no hay animal con mayor voluntad y cariño hacia el ser humano que el perro.
