Para empezar será muy importante no confundir este hábito con el marcaje de territorio, una conducta que suelen llevar a cabo en distintas zonas de la casa, no solamente en nuestra cama. Una vez comprendido esto, será importante empezar a trabajar para identificar la causa que ha llevado a nuestro gato a orinar en nuestra cama y que nos va a dar una respuesta para averiguar qué significa cuando un gato orina la cama. Algunas de las causas más comunes que hacen que el gato orine en la cama son:
Enfermedad: Es la primera causa que debemos descartar. Asegurarnos que nuestro gato no sufre una infección de orina o una cistitis será de vital importancia. En ocasiones, ante un cuadro de malestar, el gato puede empezar a mostrar sensibilidad o desagrado hacia cosas que antes no lo hacía. Rechazar el arenero y utilizar un lugar más cómodo como es la cama, puede ser un indicador de que algo no marcha bien. Acude al veterinario para llevar a cabo una revisión general.
Vulnerabilidad: Una operación reciente, un cambio en su vida, la pérdida de una amistad o muchos otros factores pueden ser causantes de un sentimiento de vulnerabilidad. Entonces, refugiarse en lugares cómodos y calentitos les puede hacer sentir bien y confortables.
Experiencia traumática reciente: Este tipo de situaciones pueden causar en nuestro felino una reacción exagerada, un cambio de hábitos temporal e incluso depresión en el gato. Si ha pasado por una experiencia muy grave deberás tenerlo en cuenta como posible causa de la micción en tu cama.
Puertas cerradas: Antes de marcharte asegúrate que todas las puertas que le permiten llegar al arenero están abiertas. Podría ser algo que pases por alto, pero es imprescindible para nuestro gato que pueda acceder las 24 horas del día.
Tensión o mala relación con algún miembro de la familia: Esta es otra de las causas principales que pueden llevarle a orinar en la cama. Tu gato puede empezar a llevar a cabo este comportamiento si considera que algo negativo afecta a sus relaciones sociales y estado general de bienestar.
¿Tienes varios gatos? Los gatos son muy escrupulosos, por esa razón, sería ideal disponer de, al menos, un arenero por cada gato que hubiese en casa.
Problemas con la caja: Una caja demasiado pequeña o sin la estructura protectora podría hacer sentir a tu gato algo inseguro. Si le has adoptado recientemente, valora si esta podría ser la causa del problema.
La ubicación de la caja de arena: Quizás no habías sido consciente hasta ahora, pero quizás, el arenero de tu gato se encuentra muy lejos, tiene un acceso complicado o tiene obstáculos que a tu gato no le gusta sortear (calor, la presencia de personas que le desagradan, otras mascotas…) valora, conociendo su carácter, si es apropiado para él el lugar en el que está situado el arenero.
No le gusta la arena: En ocasiones podemos estar ofreciendo un sustrato que a nuestro gato le desagrada sin saberlo. Puede ser su aroma, la textura o cualquier otra característica que haga que no se sienta cómodo. Prueba a cambiarlo.
La limpieza de la caja de arena: Los gatos son animales muy limpios y tener su caja de arena sucia les proporciona un claro desagrado. La frecuencia ideal de lavado rondaría los 3-7 días.
La soledad: Aunque los gatos son, en ocasiones, animales algo independientes, es muy importante tener en cuenta que son seres sociales que necesitan compañía y afecto. Si tu gato pasa muchas horas solo, puede haber adoptado este hábito como forma de expresar su desagrado.
Fuente: www.expertoanimal.com