Los perros traen a nuestra vida muchas alegrías y un profundo sentido de conexión, que puede cambiarnos la vida. Si nos toca adoptar un perro desde cachorro nos veremos enfrentados a diferentes desafíos que mejor nos vale adelantarnos a ellos ya que así solo guiaremos en vez de tener que corregir.
A medida que los perros pasan por las diferentes etapas de crecimiento, desde cachorros hasta adultos y viejitos pasan por diferentes niveles de energía y de requerimientos tanto físicos como sicológicos. En la vida del perro sería así:
-0 a 4 meses. Pasa mucho tiempo durmiendo y jugando, se queda en el refugio esperando que llegue su madre de la cacería, por lo que naturalmente el cachorro dormirá gran parte del día.
– 5 a 9 meses el cachorro ya seguiría a su madre y muy curioso busca todo por conocer valiéndose de su nariz y boca. Es por esta razón que morderán todo incluso a los miembros de su manada, que lo corregirán siempre que sea necesario.
– 10 meses al año y medio: si es que usted no ha esterilizado a su cachorro, al rededor de estos meses comenzará a ver comportamientos nuevos como, en el caso de los machos, montar cojines o a otros perros, verá que ponen mas atención en el olor de otros perros y orinarán donde lo hizo otro perro. Esta es una de las razones por las que recomendamos esteilizar antes de los 8 meses de edad.
Desafíos de cachorro
Los tres problemas más comunes que tienen los cachorros tienen que ver con los límites de aprendizaje, que incluyen: morder, entrenamiento en casa y masticar.
1. Muerde jugando: Si bien este es un comportamiento normal de juego de los cachorros, es necesario enseñarles que morder a los humanos no es apropiado. No se trata tanto de corregir el comportamiento, sino más bien de ofrecer opciones de juego: nudos de cordel para perros, juguetes, huesos de cartilagos, etc.
El impulso de presa es el impulso más fuerte que tienen los perros, y cuando algo se mueve, lo persiguen. Entonces, cuando tu cachorro te muerde la mano y tú la apartas, inadvertidamente le estás pidiendo a tu perro que juegue, por lo que va tras el objetivo en movimiento: tu mano, pierna, cara, etc. La forma más fácil de reducir este comportamiento es quedarte quieto. Deja de moverte, cierra el puño con la mano y detén toda tu energía, incluido el hablar y el contacto visual.
Morderá durante unos segundos más. Cuando separe su boca de ti, ofrécele un juguete en silencio. Recuerda, el movimiento es interesante, la quietud trae calma.
2. Entrenamiento en la casa: Los cachorros no son capaces de controlar sus esfínteres y necesitan que se les enseñe sacándolos con frecuencia. Cuando tu cachorro esté despierto, sácalo cada 10 a 15 minutos para que haga sus necesidades, y espera a que haga lo suyo antes de entrar. No te impacientes dale tiempo.
Si ves que empieza a hacer en la casa, recógelo inmediatamente y llévalo afuera. No lo asustes, pero no dejes que termine de hacer dentro de la casa. Sacarlo a menudo es la forma de enseñar. A medida que tu cachorro crezca, aumentará la cantidad de tiempo que puede pasar entre los descansos para ir al baño, pero cuanto más, mejor cuando sea un cachorro.
3. Masticar: Masticar es algo natural y necesario para los cachorros. Los cachorros llegan a conocer su mundo a través de la nariz y la boca. Provee juguetes apropiados para su dentición. Supervisa a tu cachorro para aprender qué morder y qué no. Los perros sin supervisión son los que a menudo se vuelven destructivos.
Para proteger tu casa de la destrucción del cachorro :
✤ Saca todas las cosas peligrosas o valiosas.
✤ Reubica las cosas que están al nivel de los cachorros: revistas, libros, etc.
✤ Cierra las puertas de las habitaciones donde no hay nadie, que el cachorro no entre a lugares donde no se lo pueda supervisar.
✤ Deja suficientes juguetes en el piso en cualquier habitación en la que estén para que el cachorro pueda elegir y puedas cambiarlo cuando el cachorro agarre algo que no debe.
✤ Ata los cables eléctricos de modo que sean inaccesibles.
Mensajes incoherentes y adolescencia
La adolescencia se encuentra entre la edad de 9 meses y la madurez, que es entre 11 meses y 2 años a 3 años de edad dependiendo del tamaño del perro (los pequeños entran en pubertad antes 6 meses, que los de tamaño grande 9 meses)
4. Poner a prueba los límites: esta vez se trata de probar los límites, no porque tu perro te desafíe, se comporte mal o te domine, sino que se debe a la inconsistencia durante la etapa de cachorro. Si la crianza de cachorros no se maneja adecuadamente el comportamiento del perro puede salirse de control. Es importante no etiquetar esta fase ni al perro como malo. No lo es.
Lo que está sucediendo es que el cachorro recibió mensajes contradictorios, reforzando intermitentemente conductas como saltar, ya que al principio era mas pequeño y se lo permitieron, ahora que creció no entiende porqué no se lo permiten, lo mismo con subirse a la cama, pedir comida y tirar de la correa. El entrenamiento se ha quedado en el camino o nunca comenzó. Esto hace que el adolescente siga intentándolo / empujando, pensando que esta puede ser la única vez que cedes. Por ejemplo: cada vez que un cachorro es recompensado por saltar sobre ti o cualquier otra persona durante un saludo, él piensa que está bien. Cuando a veces le dices al perro que no salte y otras veces sí lo dejas, estas recompensas llevan a que continúe saltando. Volver desde cero a enseñar con paciencia y constancia te ayudará a atravesar la adolescencia.
La adultez
Los adultos han aprendido qué funciona y qué no basado en su experiencia en su casa, con su gente. Las inconsistencias se vuelven comportamientos no deseados, pero nunca es demasiado tarde para hacerlo bien. Los comportamientos mas comunes a corregir en la fase adulta son: saltar sobre la gente , no venir al llamado y tirar de la correa. Este es el momento para volver a las órdenes básicas, practicarlas dia a dia en el diario vivir será siempre el mejor entrenamiento.
5. Si tu perro salta sobre las personas: cuando saludes a las personas, mantén a tu perro con correa, espera a que se calme y con las cuatro patas en el suelo, dale la orden de sentarse. Ahora tranquilo lo puede saludar, así reforzarás la calma en vez de la excitación. Si el perro salta deja de tocarlo, sigue tranquilo, y no lo mires. Esto se tomará algo de práctica, pero con paciencia y consistencia tendrán éxito.
6. Entrenamiento básico para la obediencia al llamado: la mejor manera de asegurar que tu perro siempre vendrá al llamado es practicarlo desde el primer momento. Primero que todo nunca llamas a tu perro para castigarlo. El llamado siempre debe venir seguido de un premio, cariño o juego.
Sitúate a unos metros de tu perro, primero lo harás sin estímulos externos y en un área cerrada, por ejemplo dentro de la casa y pedir a tu perro que venga, puedes agacharte lo que es señal de invitación a tu espacio. Tan pronto como tu perro comienza a venir a tí lo recompensas con un premio, cariño o juego. Repita esto varias veces al día sin correa. Una vez que aprende a venir, puede comenzar a aumentar los desafíos llamándolo desde más lejos y con mas distracciones.
7. Tirando de la correa:
– Asegurate de estar con la energía y pensamientos correctos. Piensa positivo y actúa como el que toma las decisiones, hombros y espalda derechos y caminar a buen paso.
– Mantén la correa corta pero sin tensión. Si vas a corregir a tu perro, esta corrección debe ser rápida y luego volver a relajar.
– Pon el collar en la parte alta del cuello
Si alguna vez ha visto un perro tirando un trineo, notará que el arnés está alrededor de la parte inferior del cuello del perro, cerca de los hombros. ¿Por qué? Aquí es donde se encuentra la fuerza de tracción del perro. De hecho, estás ayudando a tu perro a tirar de ti si tienes el collar colocado allí. En cambio, colócalo en la parte superior del cuello, que es el área más sensible.
– Practica la caminata! Mientras mas salgan mas relajado y dócil estará tu perro.
Problemas de la tercera edad
Los problemas de comportamiento de los adultos mayores suelen ser una manifestación de problemas no resueltos de la edad adulta, generalmente desobediencia general. Volver a lo básico, incluso para perros mayores, puede marcar una gran diferencia. El perro ha aprendido de nuestra inconsistencia ha no obedecernos en ciertas cuestiones.
8. Desobediencia general: el mejor remedio para esto es volver al entrenamiento básico. Este tipo de entrenamiento de actualización uno a uno puede devolverle la armonía y revitalizar el bienestar mental y emocional de tu perro en cuestión de días. Él o ella agradecerá esta atención.
9. Mal humor, agresión o terquedad: otros problemas comunes con los perros mayores están más relacionados con la salud (dolor, pérdida de audición o visión, artritis, etc.) y a menudo se malinterpretan como tercos, dominantes o flojos. Estos se tratan mejor con compasión y comprensión. Los problemas de salud no detectados pueden provocar mal humor o incluso agresión, por lo que debe realizarse chequeos de salud dos veces al año desde los 7 años de edad. Estos años dorados deben ser apreciados por todos los años que nos brindaron amor incondicional.