¿Qué hacer en caso de un accidente en auto con tu mascota?

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Los accidentes de tráfico ocurren. Ya sea que se trate de un choque menor o algo más grave, si tu mascota está en el vehículo, tendrás que ayudarla y mantenerla calmada hasta que llegue ayuda. Asegurarse de que las mascotas estén protegidas ayudará a minimizar las lesiones y posiblemente a reducir la gravedad de la situación. Esto es lo que necesitas saber.

Si bien muchos lugares tienen leyes que exigen que las mascotas estén restringidas de movimiento dentro de un vehículo, estas leyes por lo general no se aplican correctamente. Es común ver a personas conduciendo con perros sentados en el regazo o saltando por todos lados en el asiento trasero e incluso en el asiento delantero, donde podrían lesionarse si se despliega una de las bolsas de aire (airbag). Mantener a una mascota amarrada con arnés y/o dentro de una caja transportadora es de sentido común y puede salvar vidas, tanto humanas como de mascotas.

Por qué las mascotas deben estar sujetas en los vehículos

Una mascota puede sufrir lesiones graves en un vehículo, incluso si se va a una velocidad no tan alta.  Según las estadísticas publicadas por Toyota como parte de una campaña para educar a los dueños de mascotas sobre la seguridad de las mascotas en los vehículos, incluso a una velocidad tranquila de 50 kilómetros por hora, si el conductor frena repentinamente, un perro de 25 kilos se convierte en un proyectil de 1.200 kilos.  En el peor de los casos, la mascota muere chocando contra el parabrisas o un pasajero humano resulta herido o muere cuando el perro choca contra ellos. Las mascotas que son expulsadas del vehículo o que saltan por una ventana abierta pueden causar un accidente de tráfico aún mayor al cruzarse en el camino de los autos que se aproximan. La Asociación de Automóviles de América (AAA) indica que las mascotas que van sueltas en un vehículo son la tercera mayor distracción después de los teléfonos celulares y la comida rápida.

Si bien una mascota que va restringida también puede lastimarse en un vehículo, al menos permanece en su lugar hasta que se le pueda atender o llegue la ayuda. Una mascota suelta, aturdida y asustada, es probable que salga corriendo de la escena incluso si está lesionada y corre el riesgo de perderse.

Accidentes con mascotas: Comprobando que están bien

“En el caso de un accidente automovilístico, es importante utilizar todos los sentidos (vista, oído, olfato y tacto) para evaluar el daño que sufrieron usted y sus mascotas”, dice Arden Moore, entrenador de salud y seguridad de las mascotas, fundador de Pet First Help 4U. “¿Escuchaste a tu perro o gato gritar? ¿Está gimiendo? ¿Gruñendo? ¿O esta callado? Los perros y gatos pueden oler nuestros estados emocionales, por lo que es vital hacer todo lo posible para mantener la calma y hablarle a tu mascota con un tono de seguridad”.

Moore agrega que es importante evitar hablar en un tono cariñoso de bebé, ya que eso puede aumentar involuntariamente los niveles de miedo, ansiedad y estrés en las mascotas. “Di el nombre de tu mascota y reafírmale que tienes todo bajo control y que estás ahí para ella”, recomienda. “Muévete despacio y con propósito. Recuerda, incluso el perro o el gato más dulce puede morderte si se lesiona y está asustado, así que asegúrate de acercarte de manera confiada y tranquila por la espalda, sin mirarlo a los ojos, al momento de evaluar lesiones”, advierte Moore.

Qué hacer si tu mascota se escapa

Ten fotografías de tus mascotas en tu  teléfono celular, junto con una nota con descripciones detalladas e información, como tu número de teléfono y problemas médicos específicos de la mascota. De esa manera, lo tendrás a mano para dárselo de inmediato a los socorristas o a cualquier persona que se detenga para ayudar. Así también se puede correr la voz rápidamente en las redes sociales.

Si tú y tu mascota tienen un choque automovilístico y tu mascota se escapa, mantén la calma. No corras ciegamente detrás ella en el tráfico. Fíjate en qué dirección se va y cuando sea seguro puedes seguirla. Gritar el nombre de tu perro lo asustará, así que usa un tono suave para persuadirlo de que regrese a ti o atráelo con golosinas o juguetes si es posible.

Primeros auxilios

Aparte de tener un botiquín de primeros auxilios en el auto que sea apropiado tanto para mascotas como para personas (puedes comprar uno o crear uno propio), se recomienda tener siempre correas de repuesto en el vehículo para usarlas como restricciones improvisadas, una toalla de baño grande para sujetar un gato o un perro pequeño herido y una bolsa grande de plástico resistente con asas. Precorta los lados para que tengas una camilla improvisada para transportar un perro grande herido. También es una buena idea tener botellas de agua para limpiar heridas y enjuagar los ojos.

Cuándo administrar RCP

“Si pisas fuerte, aplaudes y dices el nombre de su mascota en voz alta y no hay respuesta dentro de los 10 a 15 segundos posteriores a un accidente, debes comenzar a hacer RCP”, dice Moore. “Cada segundo cuenta.”

Prepárate tomando un curso de primeros auxilios para mascotas que enseñe técnicas adecuadas de RCP para usar con animales. Por ejemplo, aunque los humanos reciben RCP mientras están boca arriba, las mascotas estarán acostadas de lado. Y soplar con demasiada fuerza mientras das respiraciones para salvar vidas puede causar la ruptura de los pulmones de una mascota. Una clase de primeros auxilios para mascotas puede ofrecer demostraciones apropiadas, para que sepas qué hacer.

Mover animales heridos

Si es posible, detente de manera segura al costado del camino e inmediatamente enciende las luces de emergencia. Si puedes hacerlo de manera segura, sal del lado del conductor y dirígete al lado del pasajero para reducir el riesgo de ser atropellado por los autos que se aproximan. Asegúrate de que los perros estén atados con correa de forma segura y que no se puedan salir de los collares. Se pueden usar toallas grandes para envolver a las mascotas lesionadas para inmovilizarlas, mantenerlas calientes y evitar que se escapen y corran. Para transportarlo, sostén su cabeza y cuello y gíralo con cuidado sobre una camilla improvisada, como la opción de bolsa.

Llama con anticipación a la clínica veterinaria más cercana para avisar que vas en camino.

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