Seis cambios críticos en el comportamiento de los gatos a los que hay que prestar atención

Actualidad - Salud

Nuestros amigos felinos son criaturas independientes que pueden ser bastante particulares con la forma en que se comportan e interactúan con nosotros a diario. Pero si comienzan a actuar de manera inusual, puede ser una señal sutil de que algo anda mal. Los gatitos son conocidos por ser extravagantes, entonces, ¿cómo saber cuándo los cambios en el comportamiento de los gatos ameritan buscar atención médica?

La buena noticia es que las mascotas a veces alteran su comportamiento sin ningún motivo en particular. Sin embargo, cualquier cambio que parezca surgir repentinamente y no desaparezca es motivo de preocupación.

Para llegar al fondo de las cosas, te contamos de cinco cambios críticos en el comportamiento de los gatos que los dueños de mascotas deben tener en cuenta.

  1. Cambios en los hábitos alimentarios

Algunos gatos son naturalmente más hambrientos que otros, pero cualquier cambio en los patrones de alimentación habituales justifica una llamada al veterinario. Los parásitos, el hipertiroidismo o la diabetes pueden hacer que un gato se sienta constantemente hambriento, por ejemplo.

Sin embargo, si tu gato no está comiendo nada, no esperes para obtener ayuda. Hay una serie de posibles causas que van de leves a graves, pero permitir que el problema empeore es buscar problemas.

Una reducción significativa en la ingesta calórica puede resultar en una condición grave llamada Lipidosis Hepática.

 

  1. Beber demasiado o nada

Así como los cambios en el comportamiento alimenticio son algo de lo que debe hablar con su veterinario, un cambio en los hábitos de bebida de los gatos también puede ser motivo de preocupación. Ciertas enfermedades o incluso un cambio en la dieta (como cambiar de comida seca a comida húmeda) pueden hacer que las mascotas se sientan más sedientas o que de repente no quieran beber nada de agua. Si no has realizado un cambio reciente en la dieta de tu gato, entonces deberías considerar contactar a tu veterinario. Es posible que tu gato tampoco esté bebiendo agua si está demasiado débil o le cuesta moverse para llegar al plato de agua.

 

  1. No usar la caja de arena

Los dueños de mascotas tienden a tener bastante facilidad para entrenar a sus gatitos para que usen una caja de arena gracias al instinto natural de los felinos para ir al baño. Todavía puede haber accidentes ocasionales durante el entrenamiento, pero si tu gato adulto deja de usar la caja de arena de repente, es importante averiguar por qué. Además de ser una situación complicada, esto también podría indicar un comportamiento subyacente o un problema de salud que debe abordarse.

Por ejemplo, si tu gato tiene dolor, como con la artritis, puede decidir que es más fácil o menos doloroso usar el baño en otro lugar en vez de tener que pararse o saltar a la caja de arena.

Busca atención veterinaria de inmediato, si tu amigo llora o vocaliza mientras va al baño.

 

  1. Agresividad

Nuestros amigos felinos son conocidos por ser un poco temperamentales, pero el aumento repentino de la agresión en los gatos definitivamente es algo que vale la pena mencionar al veterinario. Las condiciones de salud subyacentes que podrían estar relacionadas incluyen la rabia, el hipertiroidismo, las convulsiones, las toxinas y/o el cáncer.

Antes de que te alarmes, la buena noticia es que un aumento en el comportamiento agresivo de tu gato también puede deberse a muchas causas no médicas. Observa si hay algo que pueda estresar a tu gatito, como nuevas personas u otras mascotas. Al igual que sus contrapartes humanas, los gatos quieren sentirse como en casa y relajados en su espacio. Si están actuando de manera agresiva, es posible que solo necesiten más tiempo para sentirse cómodos.

 

  1. Falta de cuidado personal

Los gatos son criaturas instintivamente limpias que comienzan a acicalarse durante la niñez. Entonces, es preocupante cuando dejan de tener este comportamiento normal y saludable. Si bien la causa puede ser ansiedad, es importante plantear el problema a tu veterinario. Ciertas enfermedades o lesiones pueden hacer que tu gato deje de acicalarse, pero es posible que no sean evidentes. Por ejemplo, los problemas dentales ocultos podrían hacer que el aseo de la boca de tu gato sea doloroso.

Por otro lado, también es posible que los felinos se acicalen demasiado. El estrés también puede ser un desencadenante aquí, al igual que algunas condiciones de salud. Por ejemplo, un gato con pulgas puede morder o pellizcar obsesivamente su pelaje por incomodidad. Ya sea que tu gato se esté acicalando demasiado o no lo suficiente, es necesario buscar la opinión de un veterinario.

 

  1. Tu gato actúa deprimido

Un gato gruñón, letárgico o retraído puede mostrar signos de depresión felina. Es posible que tu amigo de cuatro patas no tenga el estrés laboral o social que tú tienes, pero hay una serie de escenarios que podrían hacer que se sienta deprimido durante un período prolongado de tiempo:

 

  • Cambios en el entorno (se ha demostrado que las casas nuevas causan depresión en las mascotas)
  • Nuevas personas o mascotas en el hogar
  • Pérdida de miembros de la familia
  • Condiciones de salud subyacentes
  • Nutrición pobre
  • Vejez/Enfermedades relacionadas con la edad

 

La buena noticia es que la depresión de los gatos suele ser temporal y puede ser solo un indicador de que necesitas pasar más tiempo con tu mascota. Pero para descartar problemas médicos subyacentes, es preferible que el veterinario revise a tu gato.

Monitorear el comportamiento de los gatos es parte del buen cuidado de las mascotas.

Los cambios en el comportamiento de los gatos no siempre significan que algo anda mal. Así como los humanos pasan por diferentes fases en la vida, muchas mascotas entran y salen de ciertos patrones a medida que envejecen. Dicho esto, los gatos son animales sensibles y pueden alterar su comportamiento por varias razones, tanto pequeñas como grandes.

Si sientes que tu mascota está exhibiendo un comportamiento anormal, llama a tu veterinario para ver si es necesario un chequeo. Al mantenerse al día con los cambios de su comportamiento  y tomar medidas para descartar problemas subyacentes, le estás brindando el amor y el apoyo que tu amigo peludo merece.

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