Presentar un perro a un gato puede ser estresante, pero si lo haces de forma correcta, los dos se pueden llevar maravillosamente.
Si tienes un gato y acabas de decidir agregar un cachorro a tu familia, es posible que estés nervioso, y con razón. Si los presentas de mala forma, existe la posibilidad de que tu nuevo amigo canino termine temeroso de sus contrapartes felinos de por vida.
Pero en la mayoría de los casos, no hay razón para que los gatos y los perros no se lleven perfectamente bien, especialmente si se presentan cuando el perro aún es un cachorro.
Acá van algunos consejos de cómo presentar un cachorro a tu gato:
- No empieces en el mismo momento en el que tu cachorro llega a casa
No te preocupes por presentarlos de inmediato: el nuevo cachorro estará abrumado con las cosas nuevas, así que primero enfócate en presentarle el entorno y comienza con los conceptos básicos de entrenamiento en la primera semana, como los comandos “sentado” y “quieto”, entre otros. Deseas que tu cachorro esté feliz y tranquilo antes de introducir otro elemento nuevo.
- Las mascotas no deben verse la una a la otra, aunque sea a distancia, hasta que sea el momento apropiado para hacerlo.
Esto es sumamente importante. Cada vez que un perro ve a un gato sin poder acercarse a él, se siente frustrado y ansioso, y es precisamente esa frustración la que puede generar problemas en el futuro.
Este es realmente el error número uno de las personas que tienen un gato y un perro, y los mantienen separados como algo habitual. Pero cada vez ambos se ven se crea una gran curiosidad y necesidad por parte del perro. Si está sentado en su jaula mientras el gato camina por casa como si fuera el dueño del lugar o si el perro está dentro de casa y puede ver al gato deambulando al aire libre, la frustración aumentará y aumentará. Y si se permite que esta tensión se acumule durante semanas esta curiosidad se convertirá en ansiedad, y luego, a la primera y única vez que se deja una puerta abierta, ¡se puede desatar el infierno!
- Busca y crea en un momento tranquilo, y presenta tu cachorro al gato de forma gentil.
En el momento en que tu cachorro vea al gato, lo más probable es que se emocione y entusiasme, al verlo como otro cachorro con quien jugar. Correrá hacia él y estará listo para empezar el juego, y si tu gato se asusta y lo ataca, podría hacer que el perro le tenga miedo a los gatos por el resto de su vida.
Por lo tanto, debes tener el control total de la situación. Sostén al cachorro, acarícialo, háblale con calma y luego trae al gato para que se acerque, se olfateen y estén juntos, acostumbrándose ambos con suavidad y calma, contigo ahí mismo. Mantén todo el ambiente calmado y relajado.
- Una vez que el cachorro y el gato hayan sido presentados, deja que se conozcan con delicadeza.
Normalmente, una vez que el cachorro ha sido tocado y olfateado ya por el gato, estará un poco cauteloso pero curioso. Suelta lentamente al cachorro, manteniendo siempre la calma, acariciándolos y hablándoles, y deja que las dos mascotas se conozcan. Mantén todo muy tranquilo y relajado para ambos, y esto podría ser solo el comienzo de una hermosa relación.