Cuidados de las mascotas frente a las picaduras

Salud

Con el aumento de la temperatura los insectos salen a disfrutar de la primavera por eso debemos cuidar a nuestras mascotas de las picaduras de los insectos, ya que pueden provocar reacciones alérgicas en el perro, enfermedades y lesiones graves. 

Un insecto colorido que revolotea y emite zumbidos puede llamar de manera poderosa la atención del perro, sobre todo si es un cachorro, acercará su nariz -donde se ubica uno de sus sentidos más potentes: el olfato-, para obtener información del mundo que le rodea.

Las consecuencias no se hacen esperar: en primavera y verano las consultas veterinarias por incidencias de perros con insectos, como picaduras de diversa consideración aumentan.

La gravedad de la picadura para el perro dependerá de la cantidad de ellas, de la parte del cuerpo donde se produce, del insecto de que se trate, así como del hecho de que el perro sea alérgico. Un perro con gran cantidad de picaduras de avispa, puede sufrir un colapso y morir.

Abejas:

Como en el caso de las personas, si el perro es alérgico al veneno de la abeja y de la avispa, la reacción inmunológica del organismo puede resultar desmesurada: inflamación y enrojecimiento, sobre todo si la picadura se produce en la cara del perro, donde hay mayor irrigación sanguínea.

Moscas:

Las larvas de la mosca común provocan en la piel del perro infecciones y heridas, estas, además de molestas, encuentran en los perros, sobre todo en sus orejas, el alojamiento ideal para colocar sus larvas o huevos que, cuando nacen, se alimentan de la carne del can. Las moscas recién nacidas provocan en el perro la infección de los tejidos, que se traduce en heridas (miasis).

Garrapatas:

Resulta fácil observar las garrapatas adheridas a la piel de nuestro perro, especialmente las hembras repletas de huevos que han terminado de alimentarse, de un color marrón o grisáceo y forma ovalada. La visualización se puede ver dificultada si el perro tiene el pelo largo, aunque probablemente al acariciarle notemos un pequeño abultamiento, y descubriremos la garrapata al apartar el pelo. 

Pese a su régimen alimenticio a base de sangre de su hospedador es muy difícil que provoquen anemia en nuestro perro, salvo infestaciones masivas. Generalmente no producen ningún malestar ni picor, aunque en ocasiones se puede llegar a infectar la herida que genera el aparato bucal de la garrapata, especialmente si no se ha retirado correctamente y han quedado restos en el interior de la piel del animal. La verdadera importancia de una infestación por garrapatas, y sus peores consecuencias, se deben a la transmisión de enfermedades infecciosas a través de su saliva, ya que actúan como vectores o vehículos de agentes patógenos, algunos de los cuales afectan también a los seres humanos. No todas las garrapatas los transportan, pero algunas pueden incluso vehicular más de un agente como Babesiosis, Ehrlichia y otras. 

Pulgas:

Estos insectos se alimentan de la sangre de los animales. La cabeza, el cuello, la base de la cola, la región genital y el dorso son los lugares donde las pulgas se congregan para morder e irritar la piel. Como resultado, tu peludo se lamerá y morderá para aliviar la irritación que le producen. Un problema adicional es que la saliva de las pulgas es muy alergénica, lo que hace que tu mascota se rasque todo el cuerpo. Las lesiones de la piel ocasionadas por las pulgas son inflamación, pérdida de pelo, enrojecimiento y formación de costras.

Lo más importante para prevenir estos problemas es mantener al perro desparasitado externamente cada 3 meses, y cada un mes en épocas de calor preferentemente entre septiembre y marzo.

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